Koy Shunka

Esta entrada se la dedico a mi Amor maravilloso, con el que anoche compartí una cena de lujo en el Koy Shunka. Felicidades, pronto-marido!

Es muy difícil abrir la carta del Koy Shunka y evitar que se te vayan los ojos detrás de su menú (G)Astronómico. Cuando lees "Tataki de Bogavante", quieres que esa noche no acabe nunca!
No nos resistimos ninguno de los dos y éste fue el magnífico resultado:

Aperitivo a base de pinchito de anchoa, manzana ácida y vinagreta de sisho, edamame al vapor, tempura de chipirones con salsa ponzu y chips de taro (Wikipedia)  con crema de miso blanco y foie.

Infusión de caldo de dashi presentado en este artilugio que contiene los copos de atún seco en el recipiente superior y el caldo de pescado en el inferior. Con el calor de la mecha, el caldo comienza a hervir y sube al recipiente superior. Allí se impregna de los sabores del atún seco y vuelve a bajar, ya listo para servir. Yo quiero un "infusionator"!

Crema de nabikol(Wikipedia) con caviar de Río Frío y gelatina de dashi. Una combinación de sabores y texturas insuperable.

Estaba tan emocionada con los platos que nos habían puesto hasta el momento que olvidé hacerle una foto a la "mariscada Koy Shunka". Combinación de almeja gallega, pulpitos, navajas y concha fina sobre una salsa de yuzu (mandarina japonesa) y gelatina de caldo de almejas. Sin comentarios!
La siguiente delicia fueron unos fideos japoneses “Nyûmen” con espardeñas y papada ibérica. Un "mar y montaña" sabrosísimo.

Y entonces...cuando menos me lo esperaba...llegó él!

No hay descripción posible para el Tataki de Bogavante. Bueno, lo intentaré..pero se quedará muy lejos de la realidad. 3 texturas: cocido, semi crudo y en crujiente de arroz. Las patas estaban cocidas y el cuerpo semi-crudo y las "galletitas" eran crujiente de arroz del monstruo. Acompañaban al plato sésamo tostado, salsa de soja, crema de caldo de bogavante y dashi y escamas de sal. "Para todos los gustos".

A continuación nos sirvieron el "Sashimi en Japón". Sashimi de bonito soasado, calamar, toro, lomo y tartar de atún y cherna acompañado con crujiente de alga nori y hojas de sisho. Soy adicta al sashimi y disfruté de lo lindo con este manjar.

Otro de "los grandes de la noche" fue la gamba de palamós. Casi cruda y en tartare rebozada con camarones, acompañadas con jugo concentrado de su cabeza. Un "must" del Koy Shunka.

No soy muy amante del tempura pero debo admitir que los guisantes de lágrima con lomo de salmonete y espuma de yuzu me encantaron.

Ahora pasamos al único plato de carne de la noche: Ternera japonesa "Wagyu" con arroz integral japonés. Increíble la textura y sabor de la carne, que tan sólo estaba marcada a la plancha. Las vetas de grasa de este tipo de ternera le daban el toque justo de untuosidad.

Échabamos de menos un poco de sushi, que se hizo esperar, pero llegó! Sushi "al fuego vivo" compuesto por nigiri de toro, nigiri de anguila con pimienta blanca japonesa y cono de salmón con sus huevas. 

Para terminar la noche, un refrescante pre-postre de helado de yogur con yuzu (fresco, aromático y textura perfecta) y versión nipona del tiramisú: bizcocho, mascarpone con matcha, galleta de cacao y helado de café (Il tiramisù è una delle mie perdizioni!). 

Noche magnífica que no olvidaré nunca. Merecidísima estrella Michelin para Hideki Matsuhisa y su equipo. Felicidades.

GOCHISÔSAMA!