Últimamente nos ha dado por reciclar nuestra "cartera" de restaurantes y gracias a un artículo de la Vanguardia del jueves pasado probamos el nuevo local de Eduard y Nacho Arola y Matteo Pancetti. Nos encantó. Se trata de un restaurante de "platillos" con un toque elaborado. Teníamos un poco de miedo porque en su día estuvimos en una "coquería" que abrió Arola en Barcelona (no recuerdo su nombre) y no salimos nada contentos. Cocas insípidas y servicio que dejaba mucho que desear.
En cambio el 3 fp&m dejó el listón muy alto. Para empezar, el local nos sorprendió ya que por fuera parece más bien un lounge bar de esos que se puesieron muy de moda hace unos años. Al entrar te encuentras con un disk-jokey que pincha buena música y una barrita iluminada a modo de club. En cuanto subes al primer piso te espera una sala amplia con parte de la cocina a la vista. Un sitio que inspira confianza.
Nos atendió Mateo, un chico italiano muy agradable que nos recomendó estupendamente. Pedimos una ensalada de habitas y alcachofas (el plato más flojo ya que la combinación nos pareció demasiado amarga), las patatas 3 (sólo digo que es una versión espectacular de las patatas bravas), steak tartar (brutal, aunque mi preferido sigue siendo el del Paco Meralgo) y unos canelones de carn d´olla que sólo de recordarlos me ruge el estómago. Acabamos con el mousse de queso y vainilla con interior de frutos rojos (un pelo empalagoso para mi gusto, pero buena combinación). Bebimos un garnacha de Calatayud afrutado y con cuerpo: Las Rocas de San Alejandro.
Desde luego lo apuntaremos a la lista y repetiremos. Probadlo y a ver si pensáis lo mismo.
Calle Còrsega 231-233
33 euros/testa
