Vamos a dejar los potajes un poquito apartados para dar la bienvenida a las ensaladas primaverales. Ésta en cuestión es de origen italiano. Allí usan muchísimo el calabacín e incluso tienen más variantes que nosotros. Tiene un sabor muy neutro y combina bien con casi todo: quesos, anchoas, lonchitas de jamón, frutos secos, etc. Yo he elegido el parmigiano, el tomate y el aguacate como acompañantes.
Ensalada verde:
- medio calabacín cortado en lonchitas finas
- 1 puñadito de rúcula
- 1/2 aguacate
- un diente de ajo laminado
- medio limón
- semillas de sésamo
- 1 cucharadita de mostaza de Dijon
- sal
- pimiento multicolor
- aceite de oliva
- queso cremoso tipo Philadelphia o Quarck
- untar un plato llano con la mostaza
- disponer las láminas de calabacín
- salpimentarlos y rociarlos con un chorrito de zumo de limón y otro de aceite
- disponer las láminas de aguacate por encima
- romper la rúcula con las manos y añadir a la ensalada
- corregir de sal y pimienta y rallar un poco de limón por encima. Añadir un poco más de aceite
- hacer unas bolitas con el queso cremoso y disponerlas encima de la rúcula
- añadir las láminas de ajo (las retiraremos antes de servir)
- tapar con papel film y reservar en la nevera hasta poco antes de servirla
Ensalada roja:
- medio calabacín cortado en lonchitas finas
- 2 tomates sabrosos y maduritos
- parmigiano reggiano
- unas hojitas de albahaca fresca
- sal
- pimienta
- aceite de oliva
- rallar el tomate en un plato hondo. Condimentarlo con sal, pimienta, albahaca y aceite
- disponer las lonchitas de calabacín en un plato llano
- salpimentar el calabacín y rociar con un buen chorro de aceite
- verter el tomate rallado por encima
- añadir unas lascas de parmigiano y servir
Buon appetito!
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