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sábado, 30 de abril de 2011

TapIta en Marcha: Celler de Can Roca

Las vacaciones y un poco de jaleo me han tenido lejos del ordenador últimamente. Tenía a mi pobre blog un poco abandonado y para romper con esta racha voy a compartir con vosotros algunas de las obras de arte que probamos en el Celler de Can Roca.




Era un día especial: inicio de las vacaciones de Semana Santa y cumpleaños de mi amor; nuestra predisposición para una cena digna de recordar era insuperable.
Decidimos tomar el aperitivo en un salón acristalado que tienen a la entrada. Junto con las dos cervecitas( para variar ) empezó el desfile.
Sólo pondré las fotos que mejor salieron, ya que la cámara de mi móvil no daba más de sí.




Bonsai de olivo del que colgaban unas aceitunas caramelizadas rellenas de anchoa de la Escala. No comments sobre la forma de presentar las aceitunas; bueno, sólo uno, ALUCINANTE!! Y sobre las aceitunas: el contraste entre el caramelo crujiente con el amargo de la aceituna y la sal de la anchoa era delicioso.

Como menú elegimos el Festival, que es el que ofrece una muestra más amplia del segundo mejor restaurante del Mundo.




Uno de los aperitivos fue la ensaladilla rusa. Esta emulsión con crudités de verduritas y más cosas sabía a ensaladilla rusa, a la que hace mi abuela cada vez que vamos a verla. Pero no la cambio por la textura de la patata hervida con su mayonesa.



Sin duda uno de los platos que más me sorprendió (positivamente) por ser tan "puro" fue este lenguado con aceite de oliva y sabores del mediterráneo: hinojo, bergamota, naranja, piñones y olivas verdes. El lenguado estaba cocinado al vapor y lo tenías que mezclar con cada una de las salsitas, sin mezclarlas entre ellas, por supuesto. Mediterráneo puro!!



Muy sabroso este salmonete con suquet y manteca. Un plato realmente "bonito".

El siguiente plato fue el primero de las carnes. Creo que uno de mis favoritos, aunque debería repetir para asegurarlo.


Adaptación de steak tartar con helado de mostaza. La descripción de esta maravilla tiene 3 líneas!! Al servirlo te decían que debías comerlo de abajo a arriba porque los sabores del tartar iban cambiando. Era una escala de menos a más intenso, todos ellos de gran sabor. El acompañamiento eran unas patatats fritas que combinaban a la perfección con la carne.




Otra preciosidad, y delicia por supuesto, para la vista fue este cordero con guisantes y menta. La melosidad de la carne era insuperable y el acompañamiento de guisantes y crujiente, divino!!

Acompañamos los nueve platos principales más otros siete aperitivos y dos postres con dos vinos que nos recomendó el sumiller, quien acertó a la perfección con los gustos que le habíamos descrito.
Blanco: Taleia 08 D.O. Costers del Segre
Tinto: Terroir al Limit Torroja 08 D.O. Qa Priorat

Mucha gente opina que gastarse 180 euros por persona en una cena es un derroche; yo sólo digo que aquello no fue una cena, fue una experiencia nueva e insuperable para todos los sentidos.

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