El sábado nos fuimos al puerto a cenar, al Roberts Bistro, un restaurante francés al más puro estilo neoyorquino. Mesas compartidas, ambiente muy cosmopolita y camareros muy competentes. Esperamos un poquito más de la cuenta, pero la botellita de vino y la buena compañía de mis hermanas y mi amor ayudaron a que se hiciera corto!
La carta estaba en perfecto alemán, y las traducciones no valían para nada! Asi que pedimos aquello de lo que entendíamos alguna palabra: ensalada tibia de patata con trufa, solomillo de ternera con una salsa de vino y steak tartar. Lo mejor fue la ensalada, sin duda. Pero la forma de presentar el tartar nos sorprendió: hazlo tú mismo!!
Cuando vimos la carne picada a máquina supimos que no iba a ser el mejor tartar que habíamos probado. Dio igual, porque ese no era el propósito de la noche. Mezclamos la carne con un poco de todo lo que había en la bandeja: pepinillos, alcaparras, mostaza, vinagre, paprika, anchoas, cebollita... y no estuvo mal.
Volveremos al Roberts Bistro, pero con un intérprete!!
Roberts Bistro
Puerto de Düsseldorf
40 euros por persona
